LA MERCED


Barrio de La Merced:
Uno de los barrios más populares de la ciudad, situado en la parte alta, toma el nombre de la plaza principal que a su vez, lo coge prestado del Convento que en ella se aloja. La plaza de la Merced se crea por la confluencia de las calles Merced Alta, Merced Baja, Almendros Aguilar, Capitán Aranda Alta y Bazo.   
Catedral de Jaén

De origen musulmán, existen referencias a él en el siglo XI. En ese momento ya se encontraba dentro del recinto amurallado de la ciudad y la proximidad del camino de  Granada, la actual Carretera de Circunvalación, hace pensar que la plaza actuara como una especie de bisagra entre las calles Capitán Aranda Alta y Almendros Aguilar, de forma que se superara uno de los más importantes desniveles de la ciudad (alrededor del 40%) mediante ambas rampas. Esa cercanía con el Camino de Granada y el encontrarse en el trazado de la calle Maestra Alta propiciaron que se generara cierta actividad comercial y artesanal en la zona.

Pero la noticia de la época más importante con la que contamos precisamente es la coincidencia del trazado de la calle Maestra Alta con las de Almendros Aguilar y Merced Alta. A tenor de ello, sabremos que el espacio, con dimensiones de vía pública sensiblemente menores a las actuales, tuvo especial significación como una de las dos calles principales de la ciudad durante la época árabe y que esa función se mantendría durante la Edad Media y Moderna, aunque progresivamente iría perdiendo importancia frente al desarrollo de la calle Maestra Baja.

El espacio urbano, aproximadamente como lo conocemos hoy en día, quedaría configurado a finales del siglo XVI y supondría tal vez el momento de mayor entidad urbana de la ciudad. Al menos tenemos tres elementos que nos lo indican: la existencia de casas señoriales, entre las que destaca la del caballero veinticuatro, el Capitán Quesada-Ulloa, de mediados de siglo; el Convento de la Merced, que se constituye hacia 1.580, y, ya en los últimos años del siglo XVI, la plaza de la Merced se ve ampliada gracias a la construcción de la Fuente Nueva, adosada, para lo que se derriban unas casas, evitando con ello que la fuente ocupe un espacio dentro de la plaza.

La configuración de la plaza y de la calle Merced Alta quedaría fijada posiblemente en el siglo XVIII, con la construcción de la Iglesia de la Merced. El barrio cuenta con varios elementos de interés y que destacan por sí mismos dentro del catálogo monumental de la ciudad.

La iglesia de la Merced de la Merced da fachada principal, barroca, a la plaza y lateral a la calle Merced Alta. Su construcción data de 1.580 y hay que distinguir dos partes: El claustro, pequeño y cuadrado cerrado en la actualidad, de dos pisos sobre una estructura de vanos adintelados separados por pilastras toscanas (XVI-XVII) y el templo, que se consagra en 1.727 y que presenta planta basilical de tres naves, con bóveda de cañón y capillas hornacinadas, comunicadas entre sí en las naves laterales. La torre se construye en ladrillo en 1.878. El templo sufrió serios desperfectos en 1.936 y será restaurado entre 1.954 y 1958.

Al otro lado de la plaza se sitúa el Palacio del Capitán Quesada Ulloa, caballero Veinticuatro de la ciudad. Ha sufrido diversas transformaciones, la última de ella para alojar el negociado de urbanismo del Ayuntamiento. Anteriormente fue sede de los Colegios de Carmelitas y Hermanos Maristas y más tarde de la Caja de Reclutamiento del Ejército.  Pese a ello, aún se conservan restos de su espléndida fachada. Destaca la torre en ángulo de la plaza y calle Almendros Aguilar, con sendas portadas geminadas y los balcones de esa misma torre, a la altura de la planta noble de la casa, en los que aún se aprecian medallones emblemáticos y restos heráldicos del estilo de mediados del siglo XVI. La portada, adintelada, adopta los sillares labrados al uso rústico con ciertos caprichos en el dintel y escudo heráldico sobre la puerta, sostenido por dos tenantes. Remata el conjunto la consabida galería de arcos de medio punto.

Otro elemento singular, el más antiguo de la zona, es la Fuente Nueva, también situada en la plaza y adosada a uno de los edificios de la manzana. Las primeras noticias documentadas que se tienen de ella datan de 1.712, conociéndose en aquella época como Fuente Nueva del Conde de Torralba,  aunque la inscripción que se puede apreciar en lápida lateral sitúa su construcción en 1.504. Se surtía con agua del raudal del Alamillo y en tiempos tenía un gran pilar-abrevadero, hoy desaparecido. Separado de él, por un pasillo para el público, se alzaba el cuerpo monumental.

En el primer espacio se abren dos hornacinas en las que se ubican los caños. El segundo cuerpo, almohadillado, se remata en dos volutas a modo de frontón con dos bolas de cerámica vidriada incrustadas. Este cuerpo se decora con tres escudos. En el centro el escudo de España; a su izquierda un escudo sin identificar y a su derecha el de la ciudad de Jaén.

A partir del momento de construcción del Convento, es lógico pensar que la evolución de la zona se vinculara a su devenir e incluso es posible que la propiedad de alguna de las casas les perteneciera. El cierre del Convento con las desamortizaciones podría haber supuesto un punto de crisis en el barrio durante el XIX.




Bernardo López
Bernardo López fue uno de los poetas jiennenses más reconocidos del siglo XIX.Nació en Jaén, el 11 de diciembre de 1838
Fue el segundo de seis hermanos en una familia dedicada al comercio. Estudió en el Instituto de la calle Compañía de Jaén (actual Conservatorio de Música), pero en 1850 se trasladó a Granada e ingresó en el Colegio de San Bartolomé y Santiago para proseguir con el bachillerato y la carrera de Derecho; aunque no hay datos de estos últimos hechos.
Publicó sus primeros trabajos en Recreo de la Juventud (1857) de Jaén y a finales de 1858 en Madrid publica su oda "Asia" en el periódico republicano La Discusión (1859), así como la oda "Europa y Siria" en La América (1860). Pasa desapercibido hasta que en 1866 publicó en El Eco del País su oda patriótica "El dos de mayo", que obtuvo tanto éxito y popularidad que desde entonces fue conocido como "El cantor del Dos de Mayo", oscureciéndose toda su obra anterior y posterior. Su primera estrofa es:
        Oigo, patria, tu aflicción
         y escucho el triste concierto
        que forman, tocando a muerto,
        la campana y el cañón
Antimonárquico y de tendencias revolucionarias, participó en los sucesos de Loja, por lo que fue  apartado del Romancero de Jaén preparado con motivo de la visita de Isabel II. En 1861, pronuncia su Discurso sobre la poesía en la Real Sociedad de Amigos del País, de Jaén
A primeros de 1860 se enamoró de Patrocinio Padilla, jiennense con la que tiene una hija, María de la Aurora. En 1865 se casan. Ella fallece tres años más tarde.
Meses después Bernardo se enamora de Concha López, hija de su amigo y editor Francisco López, que se opuso a su boda por la indigencia de Bernardo. En 1867 publicó en Jaén la primera edición de sus Poesías, que apenas se vendió; la miseria arruina su salud. A mediados de 1868 marcha a Madrid pero su activismo político le hace volver a Andalucía, sobre todo a Jaén, Córdoba y Sevilla. Fallece en Madrid el 15 de noviembre de 1870.
Sus restos fueron trasladados a Jaén en 1899 tras largos intentos previos que fracasaron por las circunstancias políticas del momento. Fue el general Primo de Rivera quien organizó un homenaje nacional a su memoria.



Manuel María Montero Moya 
Manuel María Montero Moya fue un poeta liberal del siglo XIX. (Andújar, 1826-Jaén-1914). Pedagogo, escritor y político. Estudió el bachiller de artes en Jaén, donde se graduaría en 1841, año en el que ingresa en el Seminario Conciliar de Baeza, donde sólo cursaría un curso de teología. Tal vez por una crisis de fe, abandona sus estudios eclesiásticos y logra una beca del Ayuntamiento de Andújar en 1844 para estudiar Magisterio, título que logra con mención honorífica.
En 1857 inicia su labor de docente en Andújar, que continuaría hasta su jubilación en 1904, en Baeza, Linares y, desde 1869, en Jaén.
Escribió varios tratados de pedagogía. En 1882 representó al Ayuntamiento de Jaén en un Congreso Pedagógico Nacional. Participó en la creación de la Asamblea General de Maestros, en 1890.
Como escritor, se inicia con sus colaboraciones en la revista Guadalbullón, hacia 1847, logrando el reconocimiento en el panorama cultural de la provincia. Cultivó el género periodístico en periódicos y revistas provinciales, como El Húsar. Sin embargo, destacó como poeta religioso, escribiendo poemas dedicados a la Virgen de la Capilla y la Virgen de la Cabeza, y filosófico-morales (“Mi juventud”). La crisis general que vive España a finales del XIX le impulsa a escribir algunas obras de carácter patriótico y a fundar la revista literaria “Viva España”.
Políticamente se definió como republicano, entablando amistad con Salmerón, Figueras y Castelar. Presidió el Partido Republicano en Jaén y en 1873 fue elegido diputado en las Cortes Constituyentes de la I República por Alcalá la Real.
Una vez establecido en Jaén, su vida social y cultural fue intensa, destacando como Socio Honorario del Ateneo y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.



Francisco Coello
Francisco Coello de Portugal y Quesada nació en Jaén en 1822 y murió en Madrid en 1898) Fue un militar y geógrafo español. De joven luchó contra los carlistas y más tarde, en Argelia, al lado del ejército francés. Al retirarse del ejército inició su labor investigadora, culminada con la publicación del Atlas de España y posesiones de ultramar, que superaba las obras cartográficas anteriores. Otras obras destacables de Francisco Coello son Reseña geográfica de España y de sus provincias de ultramar, Memoria sobre las operaciones del ejército francés en África.







Joaquín Costa Martínez

Nació el 14 de septiembre de 1846 en Monzón , Huesca. Fue político , jurista, economista e historiador. Se doctoró en Derecho y Letras, y escribió varios libros de derecho. Accedió al cuerpo de notarios (Granada, Jaén) y abogó por la reorganización del Notariado, del Registro de la Propiedad y de la Administración de Justicia. Sin embargo, volvió a Huesca por una enfermedad. Murió el 8 de febrero de 1911 en Huesca.


 Julián Jiménez Serrano
Don Julián Jiménez Serrano, histórico Socialista, fue el primer alcalde de Linares elegido democráticamente tras la muerte de Franco. Nació en 1914 en Madrid, desarrolló la carrera de funcionario de la administración del Estado, perteneciendo al Cuerpo Oficial de Instituciones Penitenciarias. Durante el franquismo, se incorporó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y fue miembro de la ejecutiva provincial de la Unión General de Trabajadores (UGT). En las primeras elecciones democráticas fue elegido diputado al Congreso por la circunscripción electoral de Jaén, Legislatura Constituyente de 1977 a 1979. En 1978 asumió la secretaría general del Partido Socialista en la provincia de Jaén. Don Julián Jiménez impulsó destacadas iniciativas y actuaciones urbanísticas, dando los primeros pasos para la modernización de la ciudad.

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