S.ILDEFONSO

Barrio de San Ildefonso.

Iglesia de San Ildefonso

Antiguo y tradicional barrio de la ciudad del Santo Reino que se extiende desde la avenida de Bernabé Soriano, arteria principal del sur de la ciudad hasta el Egido de la Alcantarilla y la Avenida de Granada, englobando dentro de él las más austeras y castizas calles de este antiguo barrio. Barrio de gran tradición cofradiera y cuyas gentes, honradas y trabajadoras muestran especial devoción por la Virgen de la Capilla, que tiene sede en la Basílica menor que da nombre a este barrio, sin olvidar la más antigua de las congregaciones de nuestra ciudad, la congregación del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María Santísima de los Dolores, entre otras. La Basílica Menor de San Ildefonso, muestra de diversos estilos arquitectónicos, que van desde el gótico hasta el Neoclásico, y que muestran el esplendor de nuestra ciudad en estas épocas de nuestra historia.

El barrio es un intrincado mosaico de calles y callejuelas con continuas cuestas que van desde las señoriales como la calle Muñoz Garnica, a las estrechas y pintorescas como la calle Salsipuedes. En el entorno de la Basílica de San Ildefonso, se pueden encontrar los más típicos bares y tabernas donde tapear se convierte en un agradable placer siempre con un intenso deje de barrio. Se pueden encontrar tranquilas tabernas de aire sosegado y tapeo de calidad como «Casa Domingo», «Antonio», «El Cossío», «Los Monteros»... u otras de ambiente más joven y con tapeo más basado en la abundancia como «El Santuario» o «El Abuelo».

El recorrido obligado de tapeo por estas callejuelas nos conduce casi sin darnos cuenta a la llamada Puerta del Ángel, resto de la antigua muralla que rodeaba la ciudad situado junto al Convento de las Bernardas y que es puerta de acceso al entrañable Parque de la Alameda junto al cual se encuentra el coso taurino de la capital, construido en 1969 sobre los restos de la antigua Plaza de Toros, que toma su nombre de dicho parque


Teodoro Calvache Martínez
Teodoro Calvache Martínez nació en Jaén en 1841 en la calle del Arroyo nº 10, pero fijó su residencia en Madrid, donde murió en 1921. Hijo de modesta familia de labradores, marcha joven a Madrid en la que logra hacer carrera en la Administración y más tarde en cargos de representación. En la corte donde consiguió labrarse una fortuna con la que hizo señaladas donaciones para sus vecinos.

Fue amante del arte y ejerció de mecenas. Su actitud protectora ante todo lo relacionado con el arte le valió el reconocimiento de los hombres de su tiempo.

En 1916, el Ayuntamiento de Jaén lo nombró hijo predilecto de la ciudad y dio su nombre a la calle donde nació.



 Melchor Cobo

Melchor Cobo fue un alcalde de Jaén durante la Segunda República Española. Accedió al cargo el 10 de octubre de 1934. Fue fusilado el 2 de abril de 1937 en Mancha Real.



Bernabé Soriano

Bernabé Soriano de la Torre (Jaén, 1842 - Jaén, 1909), médico y filántropo jiennense, muy querido en su ciudad durante finales del siglo XIX, y varias veces homenajeado durante el XX. A veces conocido como el "padre de los pobres". Estudió bachillerato en el Instituto de Jaén (actual Virgen del Carmen), y la Licenciatura de Medicina en la Universidad de Granada. Fue gobernador de la Santa Capilla de San Andrés.

Fue homenajeado el 15 de agosto de 1915 con un monumento, costeado por suscripción pública y que le representa en la madurez de su vida, sentado, reposando un brazo y con el sombrero en la mano. Inicialmente estuvo en el centro de la Plaza del Mercado, posteriormente se trasladó a la Plaza de las Palmeras (actual plaza de la Constitución). Con la reforma de dicha plaza, la estatua fue trasladada a La Alameda. Recientemente fue devuelta a la Plaza de la Constitución, antes de la calle que lleva su nombre, también conocida como La Carrera. La obra es del escultor Jacinto Higueras, y está fundida en bronce con un pedestal de piedra.

 

Manuel Muñoz Garnica

(Úbeda, 1821-1876). Clérigo. De familia acomodada, fue educado en sólidos principios religiosos. Estudia en el Seminario Conciliar de San Felipe Neri de Baeza, donde estudia filosofía. Toma los hábitos en 1845 y se traslada a Jaén para hacerse cargo de la dirección del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, que se inauguró en 1846, en donde ejerció una escrupulosa administración. En 1869 viajó a Roma con motivo de la celebración del I Concilio Vaticano.

Fue Canónigo Lectoral de la Catedral, Capellán Honorario y Predicador Real, Comendador de la Real Orden Española de Carlos III y socio correspondiente de la Historia de las Ciencias de Córdoba.



Alfredo Cazabán Laguna

Alfredo Cazabán Laguna (Úbeda 1870- Jaén 1931) fue escritor y periodista jiennense. Se le considera el cronista oficial de la historia del Santo Reino.

Nació en una familia acomodada venida. Tras obtener el título de Maestro de Primera Enseñanza se trasladó a Jaén donde, después de pasar por varios trabajos, se integró la Diputación Provincial. Desde la capital realizó una labor como periodista e investigador, que alternó con la escritura y la enseñanza, ya que ejerció como profesor en el internado de la Institución Teresiana en Jaén, a petición de Josefa Segovia. También fue director del Museo Provincial de Jaén y secretario de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

Dos veces contrajo matrimonio y murió el 14 de enero de 1931.

Su nombre está ligado al de la revista "Don Lope de Sosa", de la que fue fundador y director, y en la que escribió más de un millar de artículos sobre el arte, las costumbre y las tradiciones de Jaén. "Don Lope de Sosa" dejó de publicarse en 1930, poco antes de su fallecimiento.

Deán Mazas

José Martínez de Mazas (1731-1805). Fue pedagogo y educador. 

Con su capacidad de sociólogo y educador programó un plan de acción educativa, y dentro de sus posibilidades intentó llevar a la práctica a lo largo de sus cuarenta años de residencia en la ciudad. 

Martínez de Mazas llega a Jaén con treinta y cuatro años.

A la llegada de Martínez de Mazas a Jaén, la educación de la ciudad era de muy cortos alcances. La educación no se entendía aún como un servicio público imprescindible, y los resultados prácticos eran bastante desalentadores.

Martínez de Mazas decide impulsar la renovación educativa de la ciudad.